1792 ~ Guillermo Carey Forma la Sociedad Misionera Bautista – Amanecer del Movimiento Misionero de Tiempos Modernos

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1792 ~ Guillermo Carey Forma la

Sociedad Misionera Bautista –

Amanecer del Movimiento Misionero

de Tiempos Modernos

inside18Guillermo era otro inglés criado como anglicano. Desde muy joven comprobaba tener una inteligencia cuya sed de saber no parecía saciarse nunca. Especialmente los idiomas le fascinaban. Trabajando de zapatero desde los 16 años, siempre tenía algún libro de estudio al lado de los zapatos. Un día un compañero le invitó a una reunión no anglicana. Tenía 18 años y el sermón que oía sobre Hebreos 13:13-14 hizo que entregara la vida a Cristo. Cuando después entendía que Dios le guiaba fuera de la Iglesia Anglicana obedeció, aunque le costaba. Seguían trece años de duros trabajos como zapatero, como maestro de niños, como predicador ferviente y, sobre todo, como incansable estudiante. Además se casó y tenía familia.

Cada vez le pesaba más la indecible necesidad de los paganos. Mirando atrás, entendemos que Guillermo estaba experimentando algo como ‘dolores-de-parto’. Pero al hablar de esta ‘carga’ con otros siervos de Dios, no era siempre comprendido o bien recibido. Una vez, en una reunión de pastores bautistas, cuando enfatizaba la necesidad de llevar el evangelio a los paganos, un pastor de más edad y experiencia quedó exasperado. Le espetó: “¡Joven, siéntese, siéntese! Usted es un entusiasta, pero cuando a Dios le complazca convertir a los paganos, Él sabrá hacerlo sin consultar ni a usted, ni a mí.”

inside20No obstante, el 2 de octubre de 1792, Carey y otros doce siervos de Dios, ‘dan a luz’ la Sociedad Misionera Bautista. Y ya, el siguiente año, después de grandes pruebas, el mismo Guillermo y joven familia, junto con un compañero, zarpan en un velero danés. Este necesitó cinco meses para llegar a Calcuta en la India. Una vez allí, las privaciones a que se tenían que someter nos pueden parecer muy duros y difíciles, pero no eran comparables con las mil prácticas viles, satánicas, atroces, que abundaban alrededor de ellos. Por fin, al cabo de siete años, hubo un fruto. El último domingo de 1800 se bautizaron por inmersión dos nuevos creyentes en el río; uno era el ex-guru, Krishna Pal, el otro era Félix, el hijo mayor de Guillermo. Otros seguían más adelante.

Dos meses después de estos bautismos hubo otro fruto glorioso: El Nuevo Testamento en Bengali. Quedó traducido, impreso y encuadernado por Guillermo y el equipo dedicado, que se había venido formando. La imprenta necesaria para tal hazaña la habían montado también.

La traducción de la Biblia destacaba en la obra de Carey, y cuando moría en 1834 a la edad de 73 años, la Biblia entera, o partes de ella, habían sido traducidas e impresas en nada menos que 44 idiomas y dialectos. Su ejemplo de vida y obra fue el instrumento en la mano de Dios para ‘desencadenar’ movimientos misioneros en Inglaterra y en varios otros países. En los siguientes dos siglos estos habían de llegar con el evangelio a incontables rincones del mundo.