Se trata de tus creencias…
¿de dónde brotaron?
Jaime van Heiningen
Principalmente hay dos fuentes: la de Las Escrituras y la del Romanismo.
No es que la “fuente romana” no tenga ciertas verdades bíblicas incorporadas. Sí, las tiene, pero éstas han sido sagazmente entrelazadas con conceptos contrarios, conceptos antibíblicos; no sólo entrelazadas, sino supeditadas a los mismos. Nos referimos a todo lo que en la “fuente romana” proviene del antiguo culto de Babilonia, de las filosofías de Atenas y de las prácticas paganas de la vieja Roma, conceptos, por cierto, irreconciliables con la soberana e inalterable Palabra de Dios.
Reproducimos más adelante la larga lista de 75 “innovaciones” –
introducidas a través de 66 años distintos – a lo largo de 18 siglos,
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