(Autor desconocido)
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El 31 de octubre y el 1 de noviembre se celebra a nivel mundial una extraña efeméride que ha penetrado las esferas culturales más herméticas. Esta celebración, nos recuerda un poco las distintas tradiciones primitivas de las tribus aborígenes amerindias, o las festividades sincretistas profanas que la misma religión católica-mitraísta asumió y estimula con tanto gusto en su calendario anual.
Sin embargo, la celebración a la cual nos referimos, no nació de costumbres aborígenes autóctonas, tampoco (como muchos creen) de un esfuerzo mercantilista de Estados Unidos.
Esta festividad, mundialmente conocida y jubilosamente celebrada, nace de algo indudablemente pérfido y maléfico… Se conoce como HALLOWEEN y es una fiesta satánica en honor al dios de los muertos y al mismo Satanás. Todo lo referente a esta fiesta, ronda en torno a la muerte, los brujos, los demonios, esqueletos, máscaras, etc.
Participar en HALLOWEEN, incluso en formas que usted puede denominar “inofensivas” o “sólo por juego”, o “inocente”, puede acarrear grandes consecuencias para usted y su familia; comenzando por el importante hecho, de que el Dios Todopoderoso, El Creador, que ha dirigido y seguirá dirigiendo todos los eventos descritos y narrados en la Biblia , incluyendo los prebíblicos y post-bíblicos, aborrece todas las prácticas relacionadas con brujería, hechicería, culto a los muertos, adivinación, idolatría, etc., que innegablemente son la base de esta fiesta pagana (Deuteronomio 18:10–14).
En la actualidad, millones de personas se disfrazan, decoran sus casas o lugares de trabajo y celebran a causa de Halloween, IGNORANDO (algunos, más audaces, burlándose de la verdad), que brujos, hechiceros, satanistas y adoradores del diablo, se reúnen desde las semanas anteriores a la “fiesta”, para invocar a los espíritus y demonios, hacer actos para proferir maldiciones y para realizar verdaderos ritos satánicos con sacrificios humanos y animales en honor a Satanás y al dios de la muerte. Estos actos desencadenan influencias demoníacas y maldiciones que afectan las esferas socioeconómicas de las ciudades y naciones, que atacan a su vez a las familias donde por lo menos uno o varios de los miembros han participado de alguna forma… y, en última instancia, afectan su vida (¡no importa si usted lo cree o no!). Así, participe de la gracia de Dios o no, cumpla sus mandamientos o no, crea en Él o no, sea un seguidor de la Palabra o no, tales actos se le contarán en el Juicio de Dios, descrito por la Biblia. De la misma forma, cuando usted comete un acto satánico, aun sin saberlo, el tal acto le será recordado en el Juicio como un acto de desobediencia al Eterno, lo sepa o no lo sepa usted.
Aun cuando lo que acabo de reseñar le parezca una exageración, le invito que se tome unos minutos más de tiempo para leer una interesante información sobre Halloween. Le aseguro que cambiará su manera de ver esta “festividad”. Podrá conocer un poco más sobre sus verdaderos orígenes, sobre su significado, su efecto en la vida de quienes la celebran y de lo que piensa Dios al respecto.
¿Qué es Halloween?
La palabra “Halloween”, es una palabra anglosajona que abrevia la frase “All Hallows’ Evening” que en castellano sería algo cómo “Víspera de Todos los Santos”, haciendo referencia a las personas fallecidas. Otro nombre con que se le conoce, sobre todo en Latinoamérica, es “Noche de brujas”; nombre que revela mejor la oscura naturaleza de la celebración. Esta festividad fue introducida en Estados Unidos en 1845 por los inmigrantes irlandeses, franceses e ingleses (herederos directos de la tradición “celta”). El nombre, y la permisividad social de esta celebración pagana, se lo debemos al Papa Gregorio IV, quién designó el día 1 de noviembre como el “All Hallows Day” (Día de todos los Santos). De esta manera el día anterior, 31 de octubre, fue conocido como la “Víspera de todos los Santos” o All Hallows’ Evening.
En Latinoamérica, es conocida actualmente, como una noche de bromas, juegos, baile y disfraces (aunque los preparativos cubren una temporada como de dos semanas o todo un mes), en muchos lugares, sin embargo, las tradiciones americanas de “trato o travesura” (treat or trick) se han vuelto una costumbre. Los comercios, los locales nocturnos, las oficinas, incluso casas y escuelas… se visten de naranja y negro, y hasta el rojo, color de la guerra, de decoraciones llenas de esqueletos, tumbas, muertos, zombies, brujas, diablos, duendes, entre otros. Es un día que el común de las personas asumen como parte de su tradición y cultura sin importarles cual es la finalidad de la celebración; un día en el que casi todos participan, de una u otra forma; para dar honra a Satanás y celebrar con los demonios, aún sin saberlo, pero él, sí, se goza por la celebración y la honra que es desplegada por él y hacia él.
Los niños, de hecho, son orientados y enseñados a celebrarla, participando en concursos y fiestas, con la comercialización de innumerables productos relacionados a Halloween, con tareas y obligaciones escolares asociadas al “evento”.
La inmoralidad sexual, las drogas y el alcohol, prácticas ocultistas, robos y homicidios son la otra cara de la moneda. Es cierto que muchos no participan de esta forma tan atroz y degradante. Pero como veremos más adelante, esta es sólo la cara comercial y social de Halloween.
Aunque no lo parezca, la celebración de Halloween, se ha convertido en el comienzo de nuestra aceptación del ocultismo. El 31 de Octubre es la fecha conmemorativa más importante del año para los brujos y adoradores del diablo en el mundo.
Los orígenes de Halloween
Halloween es la manifestación “moderna” de la noche más importante en una serie de cultos antiguos en honor a los demonios, que los sacerdotes de los pueblos celtas de Europa, celebraban anualmente durante el otoño.
La civilización celta habitó en las Islas Británicas, Escandinavia, Alemania, etc. Era un grupo común y corriente que estaba controlado por una sociedad secreta de sacerdotes paganos llamados Druidas. Los Druidas eran satanistas. Alababan y servían al dios diabólico de la muerte “Samhain” y a muchos otros dioses. Estos sacerdotes controlaban la vida de otros a través de un mecanismo de temor. Muerte, enfermedades y destrucción sobrevenían a los celtas como resultado de los Druidas y de sus prácticas.
Los Druidas cortaban la cabeza a sus víctimas y le tributaban un culto, ya que consideraban a la cabeza de un muerto como la cabeza de un dios (la calabaza actual simboliza esta cabeza cortada):
A. Pedían a la cabeza cortada obtener ciencia divina, inspiración para música mágica, así como beneficio para la fertilidad.
B. Adoraban los fenómenos naturales, ya que consideraban que éstos darían fuerza y sabiduría a su alma, pues consideraban idóneo ese tiempo (la noche de Samhain) para conciliar y complacer a los poderes de la naturaleza, ya que pensaban que no existía mejor época en el año para practicar la adivinación y hechicería.
C. Consultaban los restos de sus víctimas para adivinar su futuro, relacionado con quién moriría, cuál sería el futuro de los matrimonios; el éxito de sus cosechas… Actualmente, durante Halloween, los jóvenes (y adultos también) “juegan” con juegos ocultistas.
D. Habitaban en los bosques, lugares ocultos y tenebrosos (de ahí el nombre de Druida, “hombre roble”), lejos de quienes rechazaban estas prácticas.
Los cultos de los Druidas se realizaban en reuniones especiales llamadas “Aquelarres”, un aquelarre es una reunión nocturna de brujos y brujas. Los Druidas tenían cuatro aquelarres muy importantes anualmente:
A. El primero de ellos, en el mes de febrero se festeja a Brigt, diosa pagana de la curación.
B. El segundo aquelarre era un festival en el mes de mayo llamado Beltane, que agrupaba a los brujos en el tiempo de la siembra. En ese día los Druidas realizaban ritos mágicos para estimular el crecimiento de los cultivos.
C. El tercero era el Festival de las Cosechas, en agosto, en honor a Lugh el dios sol resplandeciente.
D. En el cuarto y más importante aquelarre, el dios Samhain señalaba la llegada del invierno. En esa ocasión los antiguos Druidas efectuaban ritos en los cuales un caldero simbolizaba la abundancia. Se decía que era una ocasión especial, neutra e intermedia, una temporada sagrada de superstición y de conjuro de espíritus. El año céltico terminaba en esta fecha que coincidía con el otoño, símbolo de la muerte e iniciación de una nueva vida, momento adecuado para festejar la muerte, y eso era lo que significaba exactamente Halloween: una celebración de la muerte en honor del dios de los muertos.
Creían que esa noche los espíritus de los muertos se levantaban y, junto con Samhain, volvían a su antiguo hogar para visitar a los vivos para atormentarlos, por lo que había que tranquilizarles mediante regalos y ofrendas. Por esta razón, los Druidas, hacían una fogata muy grande, en la cual quemaban huesos humanos y de animales con ramas de ocote. También quemaban animales, niños, mujeres, a los cuales les cortaban la cabeza (haciendo con ella, un “Culto de la cabeza cortada”), encerrándolos en mimbres (a menudo vivos), juntamente con parte de las cosechas. Al momento de ser encendida, se oían ruidos macabros, y del humo y las llamas se formaban figuras horripilantes que espantaban a los que estaban en derredor de dicha fogata. Los Druidas bajaban a los pueblos y ordenaban a los habitantes que hicieran fogatas en sus casas, tomando el fuego de esta FOGATA DE AÑO NUEVO (como era llamada la Gran Fogata ), para que cada familia “realumbrara” su tierra o parcela, con este fuego. Luego de esto los sacerdotes tenían una comida festiva de acción de gracias junto a las cenizas de la fogata.
En la víspera de la celebración y con el fin de reunir las ofrendas para la “Gran Fogata”, los Druidas iban de casa en casa demandando ofrendas para “Samhain” y los muertos, las ofrendas consistían en alimentos, animales, niños y mujeres vírgenes para ser ultrajados, decapitados y quemados. Esto se hacía ofreciendo un “trato”, el cual consistía en que si la familia cumplía con la entrega, los sacerdotes dejaban un tubérculo (papas, betabeles y nabos, originalmente, y posteriormente calabazas) tallados simulando una cara grotesca y colocaban en su interior, una vela encendida, hecha de grasa humana; para prevenir que los demonios entraran y mataran a quienes habitaban allí.
Aquellos que se negaban a ofrendar, corrían con la desgracia de la “travesura”; por lo cual los habitantes de ese hogar eran maldecidos, sus casas eran marcadas con emblemas satánicos para que los demonios tuviesen entrada libre para hacerles daño. Posteriormente el hogar era atacado, física y espiritualmente por los Druidas. Por ello, este “festival” llegó a ser conocido como el “Festival de la muerte” y “noche de brujos y muertos”.
Los Druidas no estaban exentos de esta gran manifestación demoníaca; consideraban que también ellos podían ser víctimas de los muertos y espíritus si no conseguían apaciguar su ira y deseo de venganza por falta de sacrificios abundantes. Por lo que para prevenir y evitar ser dañados, sacrificaban animales y se vestían con sus pieles y cabezas, imitando sus movimientos, gruñidos, etc., para pasar desapercibidos por los espíritus. Con el tiempo, comenzaron a disfrazarse de una forma horrible e iban en grupos a “pasear” con los espíritus, para identificarse con los espíritus, a través de los trajes, y los sonidos, para que no los dañaran.
Halloween en la actualidad
Actualmente, el 31 de octubre, se mantiene oficialmente como la fiesta de los satanistas, los ocultistas y adoradores de Satanás marcando el comienzo de un nuevo año para el ejército de la brujería. Según declaraciones de Sandor Anton, el gran sumo sacerdote de la iglesia de Satanás, y escritor de la biblia satánica, existen 3 días importantes para los satanistas: su cumpleaños, el 30 de abril y el 31 de octubre (Halloween).
La noche de Halloween es cuando los poderes satánicos ocultos y la brujería llegan a su nivel máximo de potencia. La noche del 31 de octubre Satanás concede poderes a sus súbditos. Además, los brujos y satanistas, han declarado la semana del 2 al 9 de noviembre, como la “semana del poder satánico”.
Considerando detenidamente como se originó esta celebración, podemos darnos cuenta que hay alguien muy astuto que, con esta celebración, intenta introducirnos inocentemente a su mundo tenebroso de maldad. Ese alguien es nada menos que Satanás, el “padre de la mentira”, el adversario de Dios y de todos los hombres.
El apóstol Pedro, al escribir su carta, registrada en la Biblia , nos advertía: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1ª Pedro 5:8).
Halloween se ha convertido en una puerta para la aceptación del ocultismo.
Es curioso que actualmente haya tantas ideologías, recetas, pensamientos, fórmulas mágicas y hasta ofrecimientos seudo espirituales que se nos proponen con la intención de solucionar nuestros múltiples problemas. Lo malo es que muchas de esas supuestas soluciones tienen una base muy peligrosa, y que realmente no ayudan nada. Más bien nos alejan de la verdad y nos confunden al punto de no discernir qué es bueno y qué es malo.
Al hablar de espiritismo, brujería, demonios y hechicería ¿qué es lo primero que piensa? ¿Que son simples supersticiones o fraudes? ¿Creencias vulgares que nos hacen regresar a la Edad Media ?, o ¿simples juegos de niños que se recuerdan el 31 de Octubre, la noche de Halloween o Noche de Brujas?
Hoy la brujería y el ocultismo todavía son una realidad. Con sólo leer los periódicos, escuchar la radio, ver la televisión o navegar por Internet es fácil darse cuenta de ello. No hay medio de comunicación secular donde no se le da una excesiva importancia a los horóscopos, adivinos, y parapsicólogos. Sin duda la brujería está en vigencia. Todo esto es síntoma del ocultismo que nos rodea.
El “hombre moderno” dice no creer en los demonios y espíritus de maldad, sin embargo nadie puede negar que en el universo, en el mundo invisible, existen dos fuentes de conocimiento: el divino y el maligno. El hecho que tú lo aceptes o no, no cambia esta realidad.
Hoy el ocultismo también se ha infiltrado a los hogares, a través de películas, telenovelas, documentales, música y dibujos animados. Sí, a través de esas “inofensivas” caricaturas que nuestros niños disfrutan en la televisión y de las cuales la mayoría de los padres no saben de qué se trata, por negligencia o por falta de información. Muchos de esos “cartoons” animados, están llenos de mensajes que dañan la mente de los niños y les preparan para ver, como si fuera normal, y hasta atractiva, la existencia de brujas, duendes, fantasmas, demonios y criaturas extraterrestres.
Se está provocando, en los pequeños, una sensibilidad hacia el mundo espiritual. Ellos ahora saben que existen fuerzas extrañas y poderosas más allá de lo que vemos. Esto, tarde o temprano, les llevará a experimentar ese mundo sin temor y, lamentablemente, sin protección. ¿Qué tiene de malo, se pregunta?
Pues mucho, porque esto no es otra cosa que la maldad espiritual vestida de inocencia, que finalmente traerá consecuencias muy desagradables al interior de su familia.
La famosa Fiesta de Brujas o Halloween, no es tan inocente como se lo pinta, es nada menos que la puerta que comunica al satanismo. Y muy a pesar que los niños y adolescentes insistan en decir que “es un juego inofensivo” o “una fiesta inocente”, los padres sensibles, por ningún motivo, deben apoyar a sus hijos en la celebración ocultista de este día.
Los símbolos satánicos de Halloween
A los muchos les encanta Halloween porque creen que es divertido y a la vez espantoso. Pero no tienen idea de lo que está detrás de esta celebración. Para satanistas y brujas, Halloween no es un juego, es su más solemne ceremonia del año. Los objetos, símbolos y prácticas tradicionales que tienen que ver con el día de Halloween, son verdaderamente ocultistas:
Los disfraces de Halloween proceden de la creencia de los Druidas célticos, sacerdotes paganos, según la cual los participantes en una ceremonia debían usar cabezas y pieles de animales para obtener la fuerza del animal que representaban. Por otra parte, las máscaras han sido tradicionalmente una práctica de quienes practican el espiritismo para ahuyentar, de modo supersticioso, a los espíritus malignos. También afirman que las máscaras sirven para cambiar la personalidad de la persona que las usa y de esta manera puede comunicarse mejor con el mundo de los espíritus.
La costumbre del “trato o travesura”, que en inglés es “trick or treat”, como vimos antes, proviene de la tradición de los Druidas que pedían ofrendas y donaciones para la gran fogata en honor a los demonios. Las ofrendas o el regalo exigido eran, muchas veces, un niño o una joven virgen para ser sacrificados al dios Samhain, dios de la muerte. Si alguien no podía satisfacer el pedido de los Druidas, dibujaban un símbolo extraño en la puerta y se marchaban, esa era la “travesura”. Pero esa noche los demonios matarían a alguien en esa casa.
Pescar manzanas de un recipiente con agua viene de la antigua práctica de adivinar el futuro. El participante que lograba agarrar la manzana con los dientes podía estar seguro que su romance con la persona que escogiera tendría éxito.
Los gatos negros representaban, para los brujos, la encarnación de almas humanas, de espíritus malévolos que les ayudaban en sus conjuros y hechizos. Las avellanas se usaban para la adivinación en asuntos amorosos. Otro dato realmente impresionante es que, según los brujos, las famosas “escobas de brujas”, durante sus ceremonias, convierten las energías del orgasmo sexual en una fuerza física altamente poderosa.
También algunas golosinas de Halloween tenían dentro objetos que servían para adivinar el futuro. Sin embargo, esta costumbre “inocente”, hoy se ha vuelto peligrosa porque, los que celebran Halloween como una realidad satánica, recurren a colocar objetos punzantes como navajillas, trocitos de vidrio y alfileres en las golosinas que luego reparten. Muchas de esas golosinas también son inyectadas con drogas, tóxicos y venenos. Es preocupante la cantidad de niños, en todo el mundo, que en la noche de Halloween sufren heridas profundas y aun la muerte. Es el “sacrificio de sangre” que los brujos preparan para su dios. El único complacido con estas tragedias obviamente es Satanás.
Estos son los objetos y símbolos con los que inocentemente juegan niños y adolescentes en la noche de Halloween. Además de su trasfondo pagano, sus raíces de brujería, su énfasis en el diablo y la oscuridad, Halloween tiene otros aspectos negativos como aquellos vándalos a quienes les interesa más el cometer fechorías que el recibir golosinas. A muchos padres de familia les preocupa, y con toda razón, que algún delincuente reparta dulces envenenados o golosinas nocivas. Y siempre está presente el peligro de que los conductores de autos no vean a los niños disfrazados que caminan por calles oscuras, muchos de los cuales terminan atropellados.
Con sólo observar estas acciones que apuntan hacia lo negativo y mortal, los padres que permiten las celebraciones de Halloween simplemente están colaborando con el diablo en lograr sus propósitos destructores. Por más que se quiera, sería difícil encontrarle a Halloween algún lado positivo y edificante. Su simbolismo incluye demonios, fantasmas, muerte, tinieblas, esqueletos, miedo y terror. Con todo esto muchas personas son sicológicamente influenciadas para hacer maldades.
Para concluir
Las celebraciones religiosas o cívicas en cada país son diversas y folklóricamente llamativas, las efemérides como Halloween no rompen con el esquema cultural de los pueblos, porque en general, el ser humano es rebelde ante Dios, su pensamiento es egocéntrico y su interés es satisfacer sus propios deseos. Desde la antigüedad, y a causa de los innumerables acontecimientos históricos que iniciaron y acabaron con imperios y naciones, la cultura de las diversas civilizaciones ha sido una gran amalgama de creencias y tradiciones fusionadas, lo que se conoce como sincretismo religioso, que en realidad abarca la sociedad en pleno, en todos sus aspectos. Sin embargo, Dios no está de acuerdo con estas costumbres y tradiciones, pues sus fundamentos se encuentran arraigados, como en el caso de Halloween, en cultos idolátricos, llenos de perversión, inmoralidad, muerte y ocultismo.
Anunciemos entonces la palabra del Dios vivo, el Dios verdadero, las Santas Escrituras, la Biblia , no hay otra fuente de vida como ésta, que representa al Salvador vivo. Su Palabra ya vino a su pueblo, Israel, y en toda claridad; después a su iglesia:
“Guardad, pues, vosotros mis estatutos y mis ordenanzas, y no hagáis ninguna de estas abominaciones, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros (porque todas estas abominaciones hicieron los hombres de aquella tierra que fueron antes de vosotros, y la tierra fue contaminada); no sea que la tierra os vomite por haberla contaminado, como vomitó a la nación que la habitó antes de vosotros. Porque cualquiera que hiciere alguna de todas estas abominaciones, las personas que las hicieren serán cortadas de entre su pueblo. Guardad, pues, mi ordenanza, no haciendo las costumbres abominables que practicaron antes de vosotros, y no os contaminéis en ellas. Yo el Señor vuestro Dios.”
“No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero,ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con el Señor cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones el Señor tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante del Señor tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto el Señor tu Dios.”
“Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. Por lo cual dice: ‘Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo’.”
(Lev. 18:26-30; Deut. 18:10-14; Ef. 5:3-14)
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