Apéndice I ¿De Dónde Sale ese Curioso Título de “Papa” y la Costumbre de Darlo a los “Obispos de Roma”?

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Apéndice I

¿De Dónde Sale ese Curioso Título de “Papa” y la Costumbre de Darlo a los “Obispos de Roma”?

inside24Contesta José Grau, historiador evangélico, en su obra “Concilios” (página 1109): “La pregunta surge espontánea: ¿Dónde estaba el papa en la Iglesia antigua? A esta pregunta la historia responde en los siguientes términos: Al principio, se llamaba papa (es decir: padre) a todos los obispos por un igual. Y luego, hasta a los mismos presbíteros de aldea. A partir del siglo VI fue cuando comenzó a usarse, de manera restringida, para designar particularmente al obispo de Roma. Y, finalmente, Gregorio VII, en 1076, lo exigió exclusivamente para él y sus sucesores, añadiéndole el prefijo de ‘Santo’.

La palabra ‘papa’ es de origen griego, no latino, fue en Alejandría, no en Roma, en donde primeramente se llamó ‘pope’ (es decir: papa) al obispo. En Oriente dicho nombre sirve hoy para designar a todos los sacerdotes (‘popes’).”

La aclaración de José Grau nos hace entender que los títulos de ‘papa’ y ‘Santo Padre’, dados al ‘obispo de Roma’, no tienen origen bíblico. A esto debemos añadir que no solo no se encuentra en Las Escrituras ningún uso similar, ningún ejemplo, ningún precedente, ninguna enseñanza en su favor, sino más bien la seria y solemne advertencia en su contra, pronunciada por el mismo Señor de la Iglesia. Terminantemente prohibe su uso, es decir, en cualquier parentesco espiritual. En el Nuevo Testamento existen parentescos espirituales, también entre ‘padres’ e ‘hijos’, pero en cuanto a títulos honoríficos, Jesús dice: “¡No!”

Estas son sus palabras: “Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro padre, el que está en los cielos” (Mateo 23:9).

Observa otro historiador, L.P. Qualben: “Cuando Constantino el Grande mudó la sede del gobierno imperial de Roma a Constantinopla en 330, el obispo de Roma llegó a llenar, en realidad, el vacío del poder, asumiendo, incluso, el título pagano imperial de ‘Pontifex Maximus’.

Cuando en 476 el imperio occidental caía en pedazos, los obispos de Roma quedaron como los personajes de más importancia de la Europa Occidental, asumiendo, gradualmente, el poder del estado y estableciendo una supremacía, tanto secular, como religiosa, sobre Europa.

Puede decirse que el papado, en realidad, empezara recién hacia finales del siglo VI. Los historiadores, también los car, apuntan a Gregorio I Magno (590-604), como el verdadero gobernador de Roma y fundador de la monarquía papal. Otros que destacan con él, como principales arquitectos del sistema, son León I Magno (440-461), Gregorio VII (1073-1085) e Inocencio III (1198-1216).”